¿Para cuántos de nosotros el agua representa calma? Imagínate todas las mañanas despertar con un hermoso lago o el mar a tus ojos, o poder caminar a lo largo de la orilla de un río u otro cuerpo de agua. Algunas ciudades alrededor del mundo han aprovechado esta proximidad con lagos, ríos y mares como una oportunidad para crear espacios donde los ciudadanos pueden vivir, trabajar, convivir y atraer turismo. Por otro lado, el acceso a un cuerpo de agua también representa el acceso a una vía de transporte de personas y mercancías. Para algunas ciudades, el transporte marítimo llegó a ser su principal medio de contacto con el resto del mundo, construyendo en sus inmediaciones puertos e industrias. Sin embargo, con el paso de los años, tanto las necesidades de los habitantes y la tecnología han cambiado, quedando mucha de esta infraestructura en desuso.
Tal es el caso de la ciudad de Toronto, en Canadá, que tiempo atrás ubicó muchas de sus industrias en el borde del lago Ontario. Esto les permitía un rápido acceso y distribución de sus mercancías con otras ciudades. Conforme la ciudad creció algunas industrias desaparecieron y otras se trasladaron a nuevas zonas de la ciudad, dejando terrenos abandonados a lo largo del borde del lago. Poco a poco la ciudad y los desarrolladores fueron transformando la zona y construyendo nuevos edificios a escasos metros del agua, sin embargo, éstas inversiones no aprovecharon la oportunidad de brindar a los ciudadanos un contacto digno con su lago.
Ante esta situación, en el 2001, el gobierno de Canadá, de la provincia de Ontario y de la ciudad de Toronto crearon Waterfront Toronto, una organización encargada de transformar 800 hectáreas de terrenos abandonados a lo largo de la costa de Toronto en una una comunidad de usos mixtos, dinámica y con espacios públicos de calidad, brindándole así un acceso digno a la ciudadanía a su lago. Para Waterfront Toronto lo más importante es revitalizar, darle vida nuevamente al espacio, y no desarrollar proyectos inmobiliarios aislados entre ellos y su contexto. Su esquema para revitalizar antepone invertir en el espacio público y en infraestructura de calidad, para posteriormente vender los terrenos cuyo valor ha aumentado a desarrolladores inmobiliarios que tienen la misma visión de comunidad que Waterfront Toronto. Una vez realizadas las ventas, las ganancias son reinvertidas en la revitalización de la costa de Toronto.
Comunidades de Calidad
Invertir en el espacio público y en infraestructura de calidad no solo les ha permitido financiar nuevos proyectos, pero sobre todo les ha permitido ganarse la confianza de la ciudadanía, pues la organización ha priorizado el espacio que le corresponde a todos sobre proyectos inmobiliarios específicos a los que no todos tienen acceso. Las inversiones en espacio público han sido variadas, desde proyectos que abarcan gran parte de la costa, como es el Martin Goodman Trail, hasta proyectos que revitalizan pequeñas areas de la costa, como Sugar Beach.
En la creación de espacios públicos en lugares antes abandonados, Waterfront Toronto ha buscado garantizar que estos cumplan con las necesidades de personas de todas las edades y en diferentes épocas del año. Su intención es que estos parques y espacios públicos no solo inviten a los residentes más cercanos a disfrutar el borde del lago, sino también al resto de la población de la ciudad y al turismo.
Por otro lado la inversión en infraestructura ha significado mayor competitividad para la ciudad. Waterfront Toronto no solo ha trabajado en extender líneas de tranvía o streetcars, como les llaman los Torontonianos, a las nuevas comunidades, sino también ha invertido, por ejemplo, en modernizar la infraestructura para poder ofrecer Internet de alta velocidad. Con ello, Toronto se convierte en una de las pocas ciudades del mundo ofreciendo velocidades de hasta 500 mbps, beneficiando así a nuevas comunidades para vivir y trabajar.
El mandato de Waterfront Toronto aun no concluye, pero los resultados de su plan de trabajo son evidentes. La ciudad de Toronto ha sido beneficiada tanto económicamente y socialmente con la revitalización de su costa, disfrutando de una mayor calidad de vida, acceso a nuevas comunidades para vivir y trabajar, y sobre todo un acceso digno a su lago.
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Carolina Santos del Río, es maestra en planificación urbana por la Universidad de Toronto. Ha participado en diversos estudios de espacio público, destacando los proyectos de conexión entre Turku y la isla Hirvensalo, en Finlandia con la Universidad de Aalto; el proyecto TOcore (Toronto Core) por parte del departamento de planeación de la ciudad de Toronto, en participación con Gehl Architects. Actualmente se desempeña como coordinadora de proyectos de espacio público en Hello Cities.